La crema catalana (conocida también como crema quemada o, en Cataluña, simplemente crema) es un postre muy típico de la cocina catalana, que se remonta al año 1324, y que consiste en una crema pastelera con base en yema de huevo que se suele cubrir con una capa de azúcar caramelizado en su superficie para aportar un contraste crujiente. Se come durante todo el año pero es costumbre el día de San José, celebrado el 19 de marzo. Hasta hace poco era, en general, un postre de fiestas.
Ingredientes (para 4 personas):
- 1 litro de leche
- 4 yemas de huevo
- 2 cucharadas de maicena
- 1 canela en rama
- 200 gr. azúcar
- 1 corteza de limón
Elaboración:
Separamos una taza de leche. Ponemos el resto a calentar, con la rama de canela y la corteza de limón, teniendo cuidado de que no hierva. En otra cazuela, batimos las yemas de huevo con el azúcar. Es importante que queden bien mezcladas. Cuando las yemas hayan adquirido una textura espumosa, añadimos la maicena, la leche de la taza y volvemos a batir.Ponemos a fuego medio y poco a poco vamos añadiendo el resto de la leche (que no debe de estar demasiado caliente). Continuamos removiendo teniendo cuidado de que la mezcla no rompa a hervir. Cuando la crema comience a espesar, apartamos del fuego y continuamos removiendo durante otro minuto. Repartimos en cazuelitas o cuencos individuales y dejamos que reposen durante media hora. En este punto, es recomendable meter los cuencos durante un par de horas a la nevera para que la crema termine de espesar al enfriarse. Cuando vayamos a servirlas, espolvoreamos azúcar por encima de la crema y quemamos para conseguir esa capa crujiente que caracteriza a la crema catalana y que nos ofrece ese contraste tan fabuloso entre el caramelo y la crema.
Nota:
Para quemar el azúcar, antes se utilizaban unos quemadores especiales para este postre, que se ponían a calentar en el fuego y luego se colocaban sobre la capa de azúcar, quemándolo. Hoy en día, las cocinas de inducción y las vitrocerámicas hacen imposible su uso, así que si tienes cocina de butano y quieres probarlas, estás de suerte. Yo recomiendo utilizar un sopletes de cocina, que es un utensilio muy fácil de utilizar y muy útil, no solo para muchos postres sino también para infinidad de aperitivos y otros platos.
Fuentes:
Wikipedia
Un par de huevos
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martes, 11 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
Receta del día: Le zeppole di San Guiseppe
El día del Padre se acerca con premura y para que los papás golosos sepan cuantos les quieres, os proponemos estos deliciosos Zeppole di San Guiseppe (San José) de La ragazza col matarello. ¡Impresionantes!
Ingredientes:
Para la crema:
- 3 yemas de huevo
- 25 g de harina o maizena
- media vaina de vainilla
- 75 g de azúcar
- 250 ml de leche entera
Para la masa:
- 2 huevos grandes o 3 pequeños
- 70 g de mantequilla
- 40 g de azúcar
- La piel rallada de medio limón
- 250 ml de agua
- 160 g de harina
- 1 pizca de sal
Para adornar:
- Un poco de nutella, guindas o un poco de mermelada de cereza
Elaboración:
Para la crema:
Poner a calentar 200 ml de leche con la media vaina de vainilla, a la cual previamente se le debe hacer un corte longitudinal, de arriba abajo del tronco.
Parar el fuego, cuando el agua está a punto de empezar a hervir y dejar enfriar.Batir las yemas con el azúcar y la harina o maizena y, cuando esté todo bien mezclado, añadir los 50 ml de leche que habíamos reservado.Retirar la media vaina de vainilla de la leche y añadir el compuesto de huevo.
Calentar la crema a fuego lento, removiendo constantemente con un cucharón de madera hasta que esté bien espesa.Dejarla enfriar en un plato, recubierta totalmente con film de plástico, para que no se le haga costra.
Para la masa:
Poner a calentar el agua, la mantequilla y la pizca de sal, y apagar el fuego, cuando el agua esté a punto de empezar a hervir.Añadir la harina, poco a poco, removiendo con una cuchara de madera, hasta obtener una masa compacta en forma de bola.Calentar la masa, sin parar de remover, hasta que se empiece a formar una capa fina y blanca en el fondo de la olla.Apagar el fuego y añadir el azúcar, una vez más, mezclando bien con el cucharón de madera.Dejar la masa a enfriar.Cuando la masa sea sólo levemente tibia, añadir la ralladura de limón.
Batir los huevos y añadirlos poco a poco a la masa, sin dejar de remover, hasta que tenga una consistencia parecida a la de una plastilina muy blanda. He hecho esta aclaración, porque podría ser que no hiciera falta añadir todo el huevo batido. Depende de la medida de los huevos, de si había algo más o menos de harina, de si se prepara a mano o con el robot, etc …
Llenar una manga pastelera con la masa.
Formar nidos sobre cuadrados de papel de horno. (Formando una espiral de pasta por la base + un anillo de pasta encima del borde de la base)
Depositar los nidos dentro de una sartén llena de aceite de cacahuetes, papel incluido. Ya veréis que cuando empiecen a freírse, se despegará del papel, momento en el que podéis retirarlo con ayuda de unas pinzas.
Dejar freír a fuego muy, muy lento (la temperatura del aceite no debe superar los 180 grados o quedarán quemados por fuera, y crudos por dentro o no se hincharán)
Cuando estén fritas, depositarlas sobre un plato que previamente habréis cubierto con dos hojas de papel de cocina, para que absorban un poco de aceite de le zeppole recién fritas.
Una vez fríos, llenar el hueco del nido con crema, encima de la cual podéis añadir una guinda, un poco de mermelada de cereza o un poco de nutella.
Ingredientes:
Para la crema:
- 3 yemas de huevo
- 25 g de harina o maizena
- media vaina de vainilla
- 75 g de azúcar
- 250 ml de leche entera
Para la masa:
- 2 huevos grandes o 3 pequeños
- 70 g de mantequilla
- 40 g de azúcar
- La piel rallada de medio limón
- 250 ml de agua
- 160 g de harina
- 1 pizca de sal
Para adornar:
- Un poco de nutella, guindas o un poco de mermelada de cereza
Elaboración:
Para la crema:
Poner a calentar 200 ml de leche con la media vaina de vainilla, a la cual previamente se le debe hacer un corte longitudinal, de arriba abajo del tronco.
Parar el fuego, cuando el agua está a punto de empezar a hervir y dejar enfriar.Batir las yemas con el azúcar y la harina o maizena y, cuando esté todo bien mezclado, añadir los 50 ml de leche que habíamos reservado.Retirar la media vaina de vainilla de la leche y añadir el compuesto de huevo.
Calentar la crema a fuego lento, removiendo constantemente con un cucharón de madera hasta que esté bien espesa.Dejarla enfriar en un plato, recubierta totalmente con film de plástico, para que no se le haga costra.
Para la masa:
Poner a calentar el agua, la mantequilla y la pizca de sal, y apagar el fuego, cuando el agua esté a punto de empezar a hervir.Añadir la harina, poco a poco, removiendo con una cuchara de madera, hasta obtener una masa compacta en forma de bola.Calentar la masa, sin parar de remover, hasta que se empiece a formar una capa fina y blanca en el fondo de la olla.Apagar el fuego y añadir el azúcar, una vez más, mezclando bien con el cucharón de madera.Dejar la masa a enfriar.Cuando la masa sea sólo levemente tibia, añadir la ralladura de limón.
Batir los huevos y añadirlos poco a poco a la masa, sin dejar de remover, hasta que tenga una consistencia parecida a la de una plastilina muy blanda. He hecho esta aclaración, porque podría ser que no hiciera falta añadir todo el huevo batido. Depende de la medida de los huevos, de si había algo más o menos de harina, de si se prepara a mano o con el robot, etc …
Llenar una manga pastelera con la masa.
Formar nidos sobre cuadrados de papel de horno. (Formando una espiral de pasta por la base + un anillo de pasta encima del borde de la base)
Depositar los nidos dentro de una sartén llena de aceite de cacahuetes, papel incluido. Ya veréis que cuando empiecen a freírse, se despegará del papel, momento en el que podéis retirarlo con ayuda de unas pinzas.
Dejar freír a fuego muy, muy lento (la temperatura del aceite no debe superar los 180 grados o quedarán quemados por fuera, y crudos por dentro o no se hincharán)
Cuando estén fritas, depositarlas sobre un plato que previamente habréis cubierto con dos hojas de papel de cocina, para que absorban un poco de aceite de le zeppole recién fritas.
Una vez fríos, llenar el hueco del nido con crema, encima de la cual podéis añadir una guinda, un poco de mermelada de cereza o un poco de nutella.
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