Ingredientes:
Para la crema:
- 3 yemas de huevo
- 25 g de harina o maizena
- media vaina de vainilla
- 75 g de azúcar
- 250 ml de leche entera
Para la masa:
- 2 huevos grandes o 3 pequeños
- 70 g de mantequilla
- 40 g de azúcar
- La piel rallada de medio limón
- 250 ml de agua
- 160 g de harina
- 1 pizca de sal
Para adornar:
- Un poco de nutella, guindas o un poco de mermelada de cereza
Elaboración:
Para la crema:
Poner a calentar 200 ml de leche con la media vaina de vainilla, a la cual previamente se le debe hacer un corte longitudinal, de arriba abajo del tronco.
Parar el fuego, cuando el agua está a punto de empezar a hervir y dejar enfriar.Batir las yemas con el azúcar y la harina o maizena y, cuando esté todo bien mezclado, añadir los 50 ml de leche que habíamos reservado.Retirar la media vaina de vainilla de la leche y añadir el compuesto de huevo.
Calentar la crema a fuego lento, removiendo constantemente con un cucharón de madera hasta que esté bien espesa.Dejarla enfriar en un plato, recubierta totalmente con film de plástico, para que no se le haga costra.
Para la masa:
Poner a calentar el agua, la mantequilla y la pizca de sal, y apagar el fuego, cuando el agua esté a punto de empezar a hervir.Añadir la harina, poco a poco, removiendo con una cuchara de madera, hasta obtener una masa compacta en forma de bola.Calentar la masa, sin parar de remover, hasta que se empiece a formar una capa fina y blanca en el fondo de la olla.Apagar el fuego y añadir el azúcar, una vez más, mezclando bien con el cucharón de madera.Dejar la masa a enfriar.Cuando la masa sea sólo levemente tibia, añadir la ralladura de limón.
Batir los huevos y añadirlos poco a poco a la masa, sin dejar de remover, hasta que tenga una consistencia parecida a la de una plastilina muy blanda. He hecho esta aclaración, porque podría ser que no hiciera falta añadir todo el huevo batido. Depende de la medida de los huevos, de si había algo más o menos de harina, de si se prepara a mano o con el robot, etc …
Llenar una manga pastelera con la masa.
Formar nidos sobre cuadrados de papel de horno. (Formando una espiral de pasta por la base + un anillo de pasta encima del borde de la base)
Depositar los nidos dentro de una sartén llena de aceite de cacahuetes, papel incluido. Ya veréis que cuando empiecen a freírse, se despegará del papel, momento en el que podéis retirarlo con ayuda de unas pinzas.
Dejar freír a fuego muy, muy lento (la temperatura del aceite no debe superar los 180 grados o quedarán quemados por fuera, y crudos por dentro o no se hincharán)
Cuando estén fritas, depositarlas sobre un plato que previamente habréis cubierto con dos hojas de papel de cocina, para que absorban un poco de aceite de le zeppole recién fritas.
Una vez fríos, llenar el hueco del nido con crema, encima de la cual podéis añadir una guinda, un poco de mermelada de cereza o un poco de nutella.
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