jueves, 4 de octubre de 2012

Tradiciones navideñas del mundo: El tió de Navidad


El Tió de Navidad es un personaje mitológico catalán y relata una tradición de Navidad en Cataluña (España). Esta tradición también se puede encontrar en Occitania bajo el nombre Cachafuòc o Soc de Nadal, y en Aragón como Tronca de Nadal o Toza, todos ellos antiguos territorios de la Corona Aragonesa.

En el día de la Inmaculada Concepción (esto es, el 8 de diciembre), se empieza a dar de comer cada noche al Tió (un tronco), y se tapa normalmente con una manta para que no pase frío durante la noche. Se le alimenta hasta la Nochebuena, y entonces el tió, golpeado con bastones por los niños, "cagará" regalos para estos.
Normalmente se ponía el tió al fuego y se lo hacía defecar. Ahora ya no se quema el tió, sino que tan sólo se le obliga a defecar repetidamente a base de arremeterle golpes de bastón acompañados de las llamadas canciones del Tió.
El Tió nunca defeca objetos grandes (estos ya los traen los Reyes Magos) sino chucherías, barquillos y turrones para los más pequeños. Según la comarca defeca higos secos y cuando deja de defecar (porque ya no le queda nada) defeca un arenque salado, un ajo, una cebolla, o se orina en el suelo.
La tradición del Tió está emparentada con la del árbol de Navidad, también portador de regalos para los más pequeños de la casa. En Galicia se quemaba un leño en Nochebuena: o tizón do Nadal, de origen semejante.
Es común que lleve una barretina y una cara sonriente en uno de los extremos y que se sostenga con dos o cuatro patas.

El "tió" no era en principio otra cosa que el tronco que ardía en el hogar: el fuego a tierra. Un tronco que, al quemar, daba bienes tan preciosos como el calor y la luz, y que de forma simbólica ofrecía presentes a los de la casa: golosinas, barquillos, turrones. Aún podemos encontrar, en los pueblos, casas en las que el "tió" es un gran tronco que se pone a quemar en el fuego de tierra unos días antes de Navidad.

A partir de ésta forma más primitiva el "tió" evoluciona: El "tió" es un tronco mágico que un día cercano a la víspera de Navidad, el 24 de diciembre, llega a casa llamando a la puerta. Quien esté en casa le abre y hay que cuidarle, taparle con una manta para que no pase frío y darle de comer hasta el dia 24 por la noche, momento en que se "caga el Tió". Posteriormente, como en las ciudades la gente lo tenía más difícil para adquirir un tronco, y porque de todo se puede hacer negocio, se empezaron a vender "Tions". Todos los que se venden son más o menos iguales: suelen llevar una barretina, tienen una cara sonriente y muy a menudo también dos patas delanteras. Originariamente, ninguno era igual porque simplemente era un tronco grande al que un adulto le pintaba una cara como quería.

Tradicionalmente se pone el Tió en la cocina o en el comedor cerca del fuego, si se tiene. Para comer se le da pan seco, algarrobas, mondas de naranja o de mandarinas, u otras frutas. Actualmente, hay quien le da otras cosas más ricas como chocolate. También hay que darle agua para beber. Gracias a los cuidados, el "Tió" podrá "cagar" los regalos.

De una forma u otra el "tió" tiene un mismo objetivo: ofrecer regalos a los de la casa. Regalos que han variado con el tiempo: primero eran básicamente dulces, barquillos y turrones lo que necesitaba para celebrar la fiesta; hoy hay una tendencia a utilizar el "tió" para dar presentes de más envergadura. Aun así, hay que diferenciar la tradición del "tió" de otras costumbres y personajes navideños. El "tió" no ha sido nunca una máquina de traer regalos.

El "tió" se hace cagar, según la costumbre de cada casa, la noche de Navidad - Tradicionalmente después de la Misa del Gallo - o el mismo día de Navidad. Y por aquello de que los pequeños van a visitar otras casas de la familia, los hay que continúan trabajando el día de San Esteban.

A diferencia de otras costumbres y personajes, procedentes de culturas de otros países, de los cuales sólo conocemos la forma más superficial (árbol de Navidad, Papa Noel, etc.), el "tió" ha conservado todo un ritual tradicional. Hacer cagar al "tió" es una ceremonia doméstica o de pequeña comunidad (escuela, grupo de amigos) que consiste en el canto de una o más canciones características para acabar finalmente golpeando el tronco con fuerza:


Caga tió -caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
no caguis arangades -no cagues arenques-
que són massa salades -que son demasiado salados-
caga torrons -caga turrones-
que són més bons -que están más buenos-
Caga tió -caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
si no vols cagar -si no quieres cagar-
et donaré un cop de bastó -te daré un golpe de bastón-
Caga tió!



Fuente: Wikipedia

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